Si te resulta difícil o duro ser tú mismo y llevas tiempo dándole vueltas a cuál es el obstáculo real para vivir la vida que deseas te invito a que leas este post y conozcas el por qué de algunas cosas.

Es complejo resumir en pocas líneas que el conjunto de impedimentos, obstáculos, creencias limitantes y en definitiva todo lo que te impide avanzar hacia lo que quieres. En el fondo tiene que ver con una identificación excesiva con tu personalidad.

¿Y entonces no soy quien creo ser? Que va, sólo observa a qué responden las partes de ti que no te hacen sentir bien; seguramente no son tu mejor versión y además puedes transformarlas.

Todos tenemos aspectos positivos y negativos. Hoy me centraré en contarte por qué tus limitaciones pueden resumirse en un personaje que has creado para defenderte de una herida emocional.

TIPOS DE HERIDAS

La herida del Rechazo

Es la falsa creencia de “yo no merezco”; un cuerpo físico con apariencia de debilidad y una imagen lejana, o incluso agresiva. La estrategias para evitar el rechazo consisten en huir de las circunstancias en las que puedas vivir problemas o conflictos. El mecanismo de defensa es la evasión a través de enterrarte en tu trabajo o la intelectualidad, encarcelarte en la diversión permanente, en presentar una imagen externa 10 o incluso en el desarrollo personal.

Te cuesta enfrentarte a las cosas y las relaciones; sin embargo atraes circunstancias y personas de las que acabas separándote por sentir mucho miedo. Es como si tuvieras que huir de algo y tu aura es de “fugitivo”. Por eso tiendes a evadirse, necesitas salirte del día a día y crear tu mundo alternativo y a través de comportamientos que te saquen de pasarlo mal aunque sea por unos horas.

Tiendes a descalificarte y te cuesta recibir.

La herida del Abandono

Es la falta de amor o la sensación de no haber sido querido o literalmente haber sido abandonado. Piensas que no se te ha querido lo suficientemente porque quizá así fue y ahí anda ése agujero dentro de ti. Para taparlo generas dependencia con los demás; con ése amigo del alma, con tus mentores favoritos y sobre todo con tu pareja y familia que aunque aparentemente haya buena relación, no basta para llenar tu vacío de amor.

Para no sentir esto te agarras a un clavo ardiendo, aunque termines relaciones empiezas otras corriendo; siempre necesitas sentirte acompañado y tu emoción principal es la tristeza. Piensas que sólo no vas a poder conseguir sus cosas, por éso buscas la validación y autorización del otro para ser tú.

Tu cuerpo tiende a la flaccidez y aunque hagas deporte te cuesta tonificar tus músculos y tu imagen externa es en parte decaída. Puede que tengas tendencia a los atracones de comidas, de salidas y de relaciones.

La herida de Humillación

Algo pasa que hay falta de autonomía; en algún momento alguien no respetó tu ritmo de crecer y te encontraste con un gran “STOP”. Es como si te sintieras abusado por el entorno o maltratado una y otra vez por la vida, eso te da una apariencia forzada.

Tu cuerpo tiende a las formas redondeadas y a engordar, tiendes a separarte de los demás para no sufrir y cubrir el vacío que sientes. En la imagen externa prefieres no destacar porque pasas vergüenza si miran cómo vas. Tu mayor miedo en el fondo es a la libertad y ayudas a los demás sólo para buscar valoración externa y pasarles “la factura” más adelante.

Optas por camuflar tus errores o incluso ser prepotente a la hora de reconocer tus fallos; tu imagen externa cuida mucho de que no se vea lo que no te gusta de ti con ropa perfecta. Te falta confianza y aún así puedes llegar a tener comportamiento extremos en la comida, el sexo, las relaciones en general hasta poder sacrificarte por otros con tal de ser bueno. 

La herida de Traición

Es el “tú me vas a engañar y no me fío de ti”. La base es la experiencia de decepción y promesas incumplidas por otros. Por eso te muestras impetuoso y hablas mucho de ti mismo y de las hazañas que consigues.

Tu cuerpo muestra fuerza y poder, te presentas imponente y con los pies bien anclados al suelo. Tu imagen proyecta,sabes muy bien que se siente tu presencia, capacidad de influencia y atractivo.

La emoción más recurrente es el enfado y te esfuerzas para ser reconocido y valorado escondiendo tus errores e impidiendo que se perciba vulnerabilidad en ti.

Expresas la rabia con la intención de controlar a tu entorno y evitar que te traicionen. Si los demás no hacen lo que quieres te sientes frustrado y te muestras intolerante.

La herida de Injusticia

Tienes dificultades para ser tú mismo y cambias tus comportamientos en función de con quien estás. Quieres ser ejemplo de algo y asumes más responsabilidades de las que te corresponde. Te cuesta expresar tu individualidad y chantajeas a quienes si te lo permiten; un extraño juego que te hace sentir mal.

Te cuesta sentir placer y disfrutar sanamente de los placeres de la vida o si lo haces viene enseguida a visitarte la culpa. Tu cuerpo se muestra atlético y puede que te obsesiones por la belleza y perfección del físico. De alguna forma hay tensión en su postura, rigidez en tus movimientos. No te aceptas tal y como eres y aún así quieres demostrar que vales a toda costa.

Ésa imagen de frialdad y austeridad te impide sentir plenamente las emociones o expresar tu sensibilidad aunque tienes el anhelo de que los demás sean cálidos contigo. Buscas la justicia ante todo pero luego a ti no te sale igual…es difícil estar contigo con tantas reglas.

¿Y qué hacer?

Nuestro cerebro es una máquina poderosísima. No hay nada de nosotros que se escape de su control: desde el sistema nervioso, hasta el metabolismo, incluso nuestro deseo sexual hasta el más simple de nuestros pensamientos; todo está bajo su mandato absoluto.

En resumen, están ligadas a nuestras experiencias de vida y además, las emociones brindan percepciones específicas ante el mundo. Por ello, las personas tenemos respuestas individuales que pueden diferir del resto.

Ante este conocimiento, entonces se plantea la necesidad de conocer las emociones. Allí yace el secreto de la buena salud y el bienestar.

Cuando dejas de identificarte con todo eso que no eres, empieza el camino de subida y la expresión de tu yo más autentico.

Espero que este post te haya ayudado a conocerte y diferenciar un poco más tu potencial.

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About Author

Psicóloga Transpersonal, Experta en liberación emocional, Bioneuroemocion y Terapia Humanista- Sistémica

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