Educar a los hijos debe ser gratificante para los padres, si no es gratificante provoca continuos sentimientos de fracaso, culpabilidad y malestar: no se está por el buen camino.

Educar deber ser un compromiso contigo mismo. Compromiso de controlar tus emociones, el compromiso de no dejarte llevar por tu ira y por tus intereses egocentristas de adulto.Educar debe ser un compromiso con tus hijos y con tu hogar en general.

Las emociones adultas y la gestión de las mismas por parte de los padres, esesencial para un camino educativo correcto y positivo. Para dar a los hijos: lo que realmente merecen.

En el momento en el que estás dispuest@ a reconocerte como madre/padre, a darte cuenta de que debes luchar cada día contigo mismo, para entender y acompañar a tus hijos correctamente,siendo capaz de despegarte, de tus propias creencias y necesidades, así como siendo capaz de dejar de defender y justificar a tus padres, reconociendo sus errores (y aciertos también).

Entonces, estas preparad@ para empezar a educar. En el instante en el que te dejas llevar por el aprendizaje y la reeducación constante de tus emociones y sentimientos: empieza el camino, el mundo infinito por descubrir.

Conocer tus propias emociones es esencial para aprender cosas sobre ti mismo,así como para ser consciente de tus propias necesidades personales.

Entender tus propias emociones,te ayudará a conectar con los demás y, por lo tanto, a empatizar con tus hijos. Cuando sabes lo que sientes en cada situación y el porqué de este sentimiento,eres capaz de controlar el estrés que a veces conllevan tus diferentes emociones. Cuando se sabe controlar el estrés,se tiene una vida más plena, más feliz, una vida más consciente y un vínculo real con los hij@s.

Las personas que manejan correctamente sus emociones se enferman menos, y sus relaciones sociales, personales y familiares son más beneficiosas

Reconocer las emociones te dará:

  • Una buena y estable autoestima.
  • Tener motivación ante la vida, los retos y las adversidades.
  • Poseer un buen equilibrio emocional, rebajando el estrés y ansiedad.
  • Tener claro tus objetivos personales y familiares.

Las emociones se acompañan de gestos. Debes intentar transmitir sentimientos con calma, no de manera precaria e impulsiva.

Debemos reconocer nuestras relaciones para potenciar las buenas relaciones con nuestros hij@s. Ser consciente de nuestro sentir.Cuando estás experimentando una emoción,primero respira y reconoce qué sientes y entiende de dónde ha venido el sentimiento.

¿Qué me pasa y por qué?:-No hagas juicios sobre otra persona en ningún momento. No culpabilices de tus sentimientos a otro. Pero sí puedes verbalizar cómo te sientes: “me siento así por…”, “estoy triste por…” No estalles. Relájate, respira, reconoce y empatiza. Si necesitas escapar de la situación durante unos segundos o minutos: hazlo.-Dialoga.

Debes recordar que los sentimientos provienen de los pensamientos.Por lo tanto, somos responsables de nuestros sentimientos y de nuestros actos.

¿CUAL ES LA BASE DE TUS EMOCIONES?

LA INFANCIA

La base de lo que sentimos y del cómo lo sentimos está en nuestra infancia. En cómo de acompañadas estuvieron nuestras emociones durante la misma, y la validación e importancia que tuvieron.

Si fuimos niños que no nos pudimos expresar: tendremos dificultades para expresarlas y reconocerlas. Si fuimos niños poco acompañados o juzgados, durante las mismas: tendremos dificultades para empatizar y reconocerlas también.

Pierde el miedo a criar hij@s sin normas, a no dar un buen acompañaniento y sobre todo pierde el miedo a tener poco amor.

Cuando, durante nuestra infancia, no nos dieron un amor incondicional, sino una amor condicionado por nuestro comportamiento bueno o malo…desarrollamos en la vida adulta un miedo interno a no tener suficiente amor.¿Por qué?porque se tiene la sensación de que el cariño, el respeto o el amor, se deben ganar y, por lo tanto, también se cree que los hijos deben ganarse el amor,y no tenerlo en cada situación o aprendizaje.

Para trabajar sobre ello, hay que ser consciente de ello,consciente de que nuestros hij@s no son nuestras pequeños trofeos, sino personas que decidimos traer al mundo para amarles incondicionalmente.

El conocerte a ti mismo, trabajar en tu infancia, siendo consciente de patrones y creencias limitantes que debes reeducar, es fundamental para poder regulate, conocerte, equilibrarse, amarte, controlarte, crecer como persona, y proceder hacia una educación respetuosa y con amor incondicional.

En situaciones cotidianas vive y práctica el agradecimiento, la comprensión desde el corazón, el perdón, la amabilidad y la calma, son recetas mágicas donde vuestra relación y la educación empezara a expandirse.

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