Una relación tóxica es una relación destructiva, que no es saludable y que a una de las dos partes o a ambas le está generando cierto daño o malestar.
Las relaciones tóxicas no sólo se dan en las relaciones de pareja, pueden aparecer y de hecho también surgen entre miembros de la misma familia, entre amigos, compañeros de trabajo… y en ellas también hay cariño y afecto lo que hace que sea muy difícil romper con ellas.
No hay un perfil claro ni marcado que podamos detallar acerca del tipo de persona que cae en este tipo de relaciones, pero sí encontramos ciertos tipos de relaciones tóxicas que son las más comunes y en las que podemos caer.
Tipos de Relaciones Tóxicas
No sólo encontramos un tipo de relación tóxica. Podemos detallar diferentes tipos. Estos son los principales.
Relación para llenar la Soledad
Este tipo de relación aparece cuando estás inmerso en una relación sólo y exclusivamente por el mero hecho de que la otra parte te completa, te llena, y aporta “eso” que consideras que a ti te falta y que tú no tienes…
¡ERROR! Una relación JAMÁS ha de ser la vía para suplir carencias personales. Esas carencias se tienen que trabajar de manera individual y no ha de ser responsabilidad de nuestra pareja rellenar esos vacíos, ni la solución a nuestros problemas personales.
Las personas somos seres independientes e individuales que podemos ser exactamente igual de felices o incluso más sin tener a esa persona a nuestro lado. Nadie tiene que completar nada, sino COMPLEMENTAR.
Relación en la que una parte domina y lleva la voz cantante siempre y la otra persona sumisa por completo “deja hacer”. De todos los tipos de relaciones tóxicas que vamos a enumerar, esta es una de las más habituales; esto ocurre cuando una parte se acomoda y deja que la otra persona controle, maneje, decida y además no de manera opcional. Por lo tanto, cuando los roles ya están establecidos, es muy difícil que la persona sumisa adquiera el control y la iniciativa.
En el momento en el que en cualquier relación no hay libertad, la relación, ya no es relación, si no una cárcel.
Relación de co-dependencia
Los dos miembros de la relación dependen de la otra persona, esto es, ambos perfiles son sumisos y pasivos y siempre anteponen el bienestar del otro antes que el suyo propio. Dar, dar, dar y nunca recibir. Las necesidades individuales se pierden, se alejan, se olvidan y nunca se satisfacen, lo que va a provocar que a medio y a largo plazo haya malestar e infelicidad por ambas partes.
Relación anclada en el pasado
Si el pasado es parte del presente en tu relación actual, algo no estás haciendo bien.
El pasado sólo es eso, pasado, no lo podemos modificar, y lo más óptimo para nuestro bienestar emocional es aceptarlo, aprender de él y saber pasar página de verdad.
De nada sirve lamentarse, ni frustrarse continuamente por algo que ocurrió o que no llegó a ocurrir. Hacer esto sólo te va a generar dolor, culpa, rabia, resentimiento y mucho, mucho daño. Para evitar caer en esto, debes saber que para estar con alguien tienes que aceptar sus errores y su mochila cargada de experiencias, vivencias y anécdotas de su pasado.
Mira hacia el presente y de cara al futuro.
Relación en la que la forma de comunicarse es pasivo-agresiva
No sé si conoces de cerca este tipo de relación, es aquella en la que la forma de comunicar no es abierta, sincera, honesta, libre, afable… es una comunicación que se realiza a través de indirectas, de manera hostil y con la intención de manipular a la otra persona y no de comunicar e informar.
Relación donde la mentira está presente de manera habitual
Una relación ha de crearse, basarse y centrarse en la confianza en el momento en el que esto no es así o se pierde, empieza el problema. Omitir, ocultar, falsear…sólo creará barreras, dudas y conflictos.
Relación basada en el miedo
Por supuesto que en el momento en el que el miedo aparece y domina la relación, hablamos de toxicidad. Las relaciones se mantienen para disfrutar, no para sufrir, ni pasar miedo de ningún tipo. ¿Tienes miedo a dejar la relación?, ¿te da miedo estar al lado de esa persona cuando se enfada?, ¿el miedo a no ser tú cerca de esa persona te bloquea?… Corta y no tengas miedo.
Relación idealizada
Es más frecuente de lo que podamos creer. En este caso los miembros de la relación tienes expectativas totalmente distintas de lo que es o va a ser su relación, normalmente por no haberlo hablado y dejado claro. Si el grado de idealización es lo suficientemente intenso, esto la transformará en un tipo de relación tóxica.