¿Qué es la Autoestima?

La autoestima son los sentimientos que nos profesamos, es el cómo nos sentimos con nuestros comportamientos, actitudes, habilidades, logros y fracasos. Es el sentido de nuestra valía y el aprecio que nos tenemos. Se trata de una relación que vamos construyendo con nuestro “yo” a lo largo de los años, y que está determinada por la manera en que hemos ido reaccionando ante las situaciones que se nos han presentado en la vida.

Cuando somos demasiado exigentes con nosotros mismos y no valoramos los logros que hemos alcanzado, es probable que terminemos desarrollando una baja autoestima. Esta percepción inadecuada de nuestras capacidades y potencialidades nos limita como personas, y suele generar una profunda sensación de infelicidad.

La sana autoestima es incondicional

Muchas personas se rechazan a sí mismas porque hay algo de ellas que no les gusta y se dicen que en el momento en que lo cambien podrán sentirse satisfechos consigo mismos: “cuando adelgace podré sentirme bien”, “cuando sea capaz de hablar en público dejaré de sentirme inferior”, “cuando consiga tener pareja me sentiré valioso”…. 

En realidad, esto nos está hablando de otro problema mayor, que es la baja autoestima.

La autoestima, cuando está condicionada al éxito, a los logros o a la aceptación de los demás no es una verdadera autoestima. Es natural querer mejorar y superar las propias dificultades, pero no como algo indispensable para sentirnos bien con nosotros mismos.

El problema surge cuando en vez de aceptarnos tal y como somos, nos exigimos ser como creemos que debemos ser o como los demás quieren que seamos, intentando satisfacer sus expectativas. Nos empeñamos en alcanzar un imposible “yo ideal”, y  esto nos conduce a la frustración y aumenta nuestro auto-rechazo y nuestro sentimiento de baja autoestima.

Tener autoestima supone valorarte por el hecho de ser quien eres. No es creerte mejor que nadie, sino aceptarte con tus defectos y virtudes, de forma incondicional. Cuando nos aceptamos y queremos tal y como somos, nos es más fácil crecer y mejorar en todos los aspectos de nuestra vida.

¿Cómo se forma la autoestima?

La autoestima se va desarrollando a lo largo de la vida, aunque la infancia y la adolescencia son periodos fundamentales.

El problema radica en que cuando somos pequeños vivimos de manera acrítica la relación con nuestros padres y maestros, por lo que su valoración sobre nuestro desempeño es fundamental y moldeará la manera en que nos relacionemos con nuestro “yo”. Por tanto, si ellos no reconocen nuestras habilidades y aciertos, terminaremos pensando que estos no existen, y si siempre nos exigen la perfección, terminaremos nosotros por perseguirla constantemente, o sentir que nunca es suficiente.

Cuando una persona ha crecido siendo menospreciada, humillada y rechazada o presionada, se formará una imagen negativa de sí misma y es comprensible que no logre amarse, que tenga problemas de autoestima.

Más tarde, durante la adolescencia, si nunca se ha sentido valorada o la valoración que ha recibido ha sido condicionada al logro, y no confía en sus habilidades o siente que no es suficiente, le resultará más difícil superar esta etapa de búsqueda interna y alcanzar la madurez psicológica necesaria ,para vivir de forma plena.

Las causas de una baja autoestima. Infancia. 

Entre las posibles causas de los problemas de autoestima encontramos:

  • Padres poco afectuosos. Para crecer y desarrollar una autoestima sana, es fundamental sentirse amados. Si de pequeño tuviste unos padres indiferentes emocionalmente, es probable que hayas internalizado esa carencia como que no eres merecedor de afecto.
  • Educación sobreprotectora. Unos padres demasiado sobreprotectores que, sin darse cuenta, le han impedido a sus hijos desarrollar sus propias capacidades. Como resultado, es probable que no poseas las herramientas necesarias para enfrentar los problemas de la vida, y por eso crees que no vales nada como persona.
  • Expectativas demasiado elevadas de los padres. Cuando los padres le exigen demasiado a un niño, este puede sentir que no es lo suficientemente bueno ya que, por más que se esfuerce, nunca logrará satisfacer sus estándares.
  • Dificultades en el aprendizaje. A menudo los problemas en el aprendizaje provocan una baja autoestima, sobre todo si el niño es ridiculizado o reprendido por culpa de sus resultados o discapacidad. De hecho, se trata de una situación frecuente cuando los padres se centran solo en los resultados académicos, y no potencian las actividades en las que el niño se puede sentir más cómodo.
  • Haber sido víctima de abuso. El acoso escolar, la violencia física familiar o el abuso emocional, son problemas que afectan profundamente a la imagen que tenemos de nosotros mismos.. Cuando creces en un ambiente en el que no tienes el control y has sido víctima de humillaciones, es normal que dudes de tus capacidades y que te resulte difícil confiar en las personas, por lo que, a la larga, puedes desarrollar una baja autoestima.
  • Sistema de creencias limitante. Los problemas de autoestima no siempre se arrastran desde la niñez, en ocasiones surgen en la adolescencia o en la juventud, cuando comenzamos a compararnos con los demás, y creemos que no estamos a su altura. Además, en la adolescencia la valoración por parte del grupo de iguales es fundamental, por lo que si somos rechazados por ellos, podemos quedarnos estancados en esta etapa.

Las principales consecuencias de tener una autoestima baja

La necesidad de aceptación: Un problema de base.

La preocupación excesiva por lo que piensan los demás le suele conducir a malinterpretar determinados hechos, por lo que no es extraño que reaccione de manera exagerada, sobre todo si piensa que le están criticando. Obviamente, esto provoca roces y problemas en sus relaciones interpersonales.

No obstante, lo más usual es que la persona con problemas de autoestima se guarde esas opiniones y sentimientos para sí porque, en el fondo, tiene miedo a la crítica y a que le dejen sola. En la base de este comportamiento también se esconde la creencia de que no tiene nada que aportar y que los demás son más listos y capaces por lo que prefiere guardar silencio. En ocasiones, esta actitud reservada hace que los demás vulneren sus derechos, lo cual puede generarle mucha ira, que no siempre canaliza de la manera más adecuada.

La falta de confianza: Una barrera infranqueable

La baja autoestima genera una profunda falta de confianza, lo cual se proyecta prácticamente en todos los ámbitos de actuación de la persona, desde sus relaciones amorosas hasta el área laboral. Esta inseguridad a menudo también genera una gran frustración, que se suele versar sobre las personas más cercanas, como la pareja o los hijos.

De hecho, el mal humor es un acompañante habitual de la baja autoestima, y no es raro que termine proyectándose de manera agresiva.

La inseguridad también le impide emprender diferentes proyectos porque cree que no tiene las habilidades necesarias y, por lo tanto, fracasará. Obviamente, esta actitud  permite mantenerse en su zona de confort pero impide desarrollarse, tanto en el plano personal como profesional, porque  condena al inmovilismo.

Cuando el diálogo interior se convierte en el enemigo

La persona con problemas de autoestima a menudo cae en las redes de su propio pensamiento. Cuando no es capaz de expresar lo que desea, de hacer valer sus derechos o de plantearse un objetivo más ambicioso, comienza a recriminarse por su falta de valor, y sus escasas capacidades generando un diálogo interior sumamente dañino que no hace sino reforzar la pobre imagen que ya tiene de sí.

Frases como “no valgo para nada”, “todo lo que hago, lo hago mal” o “no seré capaz de lograrlo” se convierten en su pan cotidiano y no solo son un freno para su desarrollo, sino que generan una gran angustia e infelicidad.

Cómo subir la autoestima

La buena noticia es que la baja autoestima es un problema con solución. Existen numerosas técnicas que te ayudarán a recuperar la autoestima, apreciar mejor tus cualidades.

Libérate de la mochila: trabajos que no te satisfacen, relaciones que no aportan nada, hábitos que no te gustan, personas o relaciones tóxicas

Te propongo este ejercicio: haz un listado de tus fugas de energía,  todas aquellas cosas o personas que en tu vida cotidiana te restan, te hacen sentir más “pequeñito”, escoge tres y planifica como eliminarlas.

Haz algo nuevo y atrévete a salir de tu zona de confort: Para lograr cumplir sueños y alcanzar metas, es imprescindible salir de la comodidad de lo que nos hace sentir bien, arriesgar y enfrentarse a lo desconocido. La vida implica tomar decisiones nuevas, tener caídas, remontadas, aprendizajes y cambios.

Te sentirás más empoderad@, si te permites experimentar y te das la licencia de empezar algo nuevo aún a sabiendas de que existe la posibilidad de que te equivoques o no sea la mejor decisión.

Desafía los pensamientos que te limitan: Los pensamientos negativos proyectados sobre uno mismo destruyen la autoestima, por eso es muy importante sustituirlos por otros más sanos. Cuando se tiene una autoestima baja, se tiende a pensar que somos inútiles, que no somos capaces de nada, que no somos merecedores…

Las creencias acerca de nosotros mismos muchas veces tienen sus raíces en la infancia y están conectadas a emociones intensas.

Entrena la aceptación y la autocompasión 

Al igual que podemos ser comprensivos con otras personas, también lo podemos ser con nosotros mismos, mirar los errores del pasado amorosamente y corregirlos. Es muy importante vivir el presente, estás en el aquí y el ahora. No importan los errores cometidos en el pasado, puedes aprender a perdonarte, recuerda que nadie es perfecto. La vida nos da una nueva oportunidad cada dia.

Practicar ejercicios de mindfulness nos entrena a conectarnos más con el presente y nos permite disfrutar de los pequeños placeres cotidianos. Puedes encontrar algunos ejercicios de mindfulness aquí.

Terapia para  recuperar y aumentar la autoestima

Aunque hay cosas que puedes hacer por ti mismo para subir tu autoestima, si tienes una autoestima baja es importante trabajar con un profesional objetivo que actúe como espejo para que puedas realmente  conocerte,  aceptarte y apreciarte incondicionalmente.

Puedo ayudarte desde la terapia breve y en pocas sesiones, sanar las heridas emocionales que has podido sufrir en el pasado, cambiar las creencias negativas inconscientes, trabajar en los patrones aprendidos y el enfoque que no ayudan, y propiciar mediante vocabulario, fisiología y fisiología un nuevo sentir hacia ti mism@.

¿Qué lograrás con nuestra terapia para subir la autoestima?

  • Desarrollar una autoestima sana que te sirva de base para alcanzar tus metas
  • Conectar con tus emociones y aceptarlas
  • Eliminar las creencias limitantes sobre tu imagen
  • Desarrollar la confianza en tus capacidades
  • Aprender a plantearte objetivos y trazar el camino para alcanzarlos
  • Superar la angustia y miedos
  • Abandonar la timidez
  • Cambiar hábitos auto-destructivos
  • Dejar de auto-sabotearte
  • Quererte más y tratarte mejor
  • Relacionarte con los demás con más confianza
  • Aumentar tu seguridad en ti mismo.

Además, como complemento a la terapia puedes realizar mi curso de autoestima ME QUIERO, con el fin de aumentar tu autoconfianza.

¿A qué esperas para recuperar tu confianza y subir tu autoestima?

Mejorar la autoestima está en tu mano. Te acompaño. Me he formado en terapia breve y  psicología, para que en poco tiempo empieces a ver los cambios que estás buscando.

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